"Cuando Lluvia nació, le
compuse una cancioncita que iba más o menos así:
Donde
están,
Donde
van,
Una
niña y su mamá.
Y se repetía.
Nos divertíamos mucho cantando
indefinidamente los tres versitos. Era la
canción más tonta del mundo, pero más allá de serlo o no, representaba las
interrogantes que sin importar donde estuviera, ya fuera en el trabajo, en la
universidad o en un torneo de ajedrez, siempre rondaban en mi cabeza; ¿Dónde
estaría, Lluvia? ¿Qué estaría haciendo? ¿Adónde iría con Daysi?
Si me preguntaran hoy
que significa ser papá, diría que es precisamente eso. Tener una personita tan importante en tu vida
que no piensas en otra cosa más que en ella a diario. Y así ha sido desde el día en que la vi por
primera vez. Siempre pensando en
ella. Aun cuando está conmigo quisiera
saber que piensa. Qué se yo… A Daysi le pasa igual. El amor verdadero es así, medio obsesivo; todos los padres estamos
obsesionados con nuestros hijos en el buen sentido de la palabra.
Sé que seguirá siendo
así. No importa cuando tiempo pase, no
importa en donde me encuentre, las mismas preguntitas de aquella canción
estarán conmigo. Y al final de todo, cuando
me toque ir a reposar al parque de los quietos, sé que estaré eternamente en
unas de sus banquitas pensando: “donde está, donde va, una niña y su mamá”.
Muchas gracias."
Audio de mis palabras con algunas fotografías de la fiesta.