Hace algunos días
tuve la oportunidad de ver el film La Teoría de Todo (The Theory of Everything) y no puedo negar que me conmovió mucho. Las razones, como lo sospecharán, son obvias;
compartir la discapacidad, aunque de un tipo diferente, con un personaje tan
ilustre como Stephen Hawking me hizo verme en el reflejo de su vida proyectada
en la pantalla. Estoy seguro que mi
esposa también lo vio y aunque no lo dijo, las lágrimas en sus ojos me lo confirmaron.
La historia de este
físico inglés la conocí por boca de mi profesora de cuarto año cuando intentaba
animarme a estudiar ciencias sin éxito.
Ese año reprobé la materia y me fui al Bachiller en Letras en donde en
definitiva fui más feliz.
En la cinta hay
muchas cosas con las cuales me identifico, especialmente en la suerte de que me
haya tocado una compañera tan valiente y abnegada como Jane Wilde Hawking, la
escritora del libro que le dio vida a la película (Travelling to Infinity: My Life with Stephen); hablo de mi esposa
Daysi, por supuesto. Muchos otros
elementos me llegaron; esas bonitas escenas en la playa en donde
Stephen es asistido por el noble Jonathan que viene a representar a mis
inseparables amigos quienes me han prestado sus pies durante tanto tiempo. Que más les puedo decir…
Pero por encima
de todo esto, lo cual ya es significativo para mí, ver esta película me recordó la lectura
de “A través del tormento” del escritor chiricano Francisco Clarck, y sobre
esto quería escribir un poco.
La primera vez
que escuché de A través del tormento fue en unas de mis visitas a la residencia
del Maestro Carlos Fong. Recuerdo que estábamos
hablando de literatura panameña y el me pasó aquel libro blanco y me dijo: “esta
es una tremenda novela”.
Ahora que la he leído
puedo decir que es, sin lugar a dudas, el libro que más me ha costado terminar. Por mi ánimo propenso a la depresión, leer la
historia real de un hombre que pierde en su totalidad el control de su cuerpo
por una enfermedad rara para convertirse prácticamente en un cadáver viviente, me afectó.
Creo que esta novela es en sí un acto heroico, un monumento a
la tarea de escribir. Dictar un libro
completo en las condiciones deplorables a las cuales se enfrentó Francisco
Clarck es digno de una epopeya.
A través del
tormento para mí es muchas cosas: es un maravilloso tratado médico sobre Espondilitis
Anquilosante escrito por un paciente sin conocimientos científicos, es una
novela biográfica de primera línea, de lo mejor que tenemos en el patio, es una
lectura obligatoria para todo aquel que pretenda conocer la literatura panameña
y también una lectura obligatoria para los estudiantes de medicina por su valor
moral para con el paciente que sufre.
Muchos eruditos
de la literatura ya han hablado, escrito y elogiado la historia de Francisco
Clarck, cuya vida inspiró esa gran novela panameña "El Desván" de Ramón H. Jurado, por lo que posiblemente mis
palabras estén de más.
Stephen Hawking y
Francisco Clarck, tienen algunas cosas en común. Ambos perdieron el control de sus cuerpos a
temprana edad. La única diferencia es
que la tecnología le permitió al primero llegar lejos, viajar, hacerse
conocido por todos y escribir libros increíbles que le han dado la vuelta al
mundo. Nuestro escritor no tuvo estas
oportunidades. Esto solo me pone a
pensar en qué hubiera logrado literariamente este chiricano de haber corrido con una
suerte diferente…
Encantada de leerle. Me alegra mucho que esta edición haya caído en sus manos.
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