Es
increíble que un suceso que tuvo lugar en un Mercado de Wuhan y que hace dos meses
se veía como algo lejano, esté ahora en nuestra puerta; y uno se pregunta:
quienes serán tus primeros conocidos o seres queridos que tengan que
enfrentarse a esta condición.
Ayer tuve la oportunidad de
conversar con un paciente con síntomas que está en cuarentena y en espera del
resultado de su examen de COVID-19.
Aunque fue una conversación en línea (por Whatsapp), no dejó de ser una
experiencia surreal al ser esta persona conocida y querida para mí.
Esta persona es miembro del sistema
de salud, y tomó todas las medidas pertinentes para evitar el contagio en su
trabajo, sin embargo no fue por ese ámbito en donde el COVID-19 pudo haber
encontrado el camino a su hogar. Su
pareja, tuvo contacto directo con un caso positivo de COVID-19 en nuestro país (su
jefe, que viaja por razones laborales) y por esta razón, al momento de
presentar los síntomas, fueron puestos ambos en cuarentena preventiva.
“Mi
trabajo que adoro no me produjo problemas, fue mi pareja, ya que su jefe salió positivo”,
empezó diciéndome. “Medida de prevención: quedarse en casa toda la familia. Pero
ahora tengo fiebre, cefalea, odinofagia y moco, sin tos. Como un resfriado común. Pero con el contacto se llevaron pruebas que
estamos esperando”.
El caos que el COVID-19 está creando
en nuestro país no tiene precedentes. No
recuerdo cuando fue la última vez que nuestro país fue puesto en estado de
emergencia.
La solución está en nuestras manos,
me dijo “Cuando salgan que se quiten ropa,
zapatos y prendas y que se bañen afuera. Que
entren limpios a casa. Parece exagerado pero
es lo mejor. La ropa debe lavarse de una
vez”.
“Tengo
el conocimiento para hacerle frente al COVID-19, sin embargo el destino me jugó
una pesada broma. La
del factor de riesgo era yo, la
que lidia con enfermos soy yo, no
mi pareja”,
me dijo con frustración. “Nos tomó desprevenidos. Ahora a cumplir con
las directrices del MINSA esperamos los 15 días de aislamiento tranquilos y unidos como familia.
Pero
con los cuidados como si fuéramos positivos hasta
que salgan los resultados”. Los síntomas de su
pareja son los mismos “pero con olor a COVID
por la relación”.
“Cuando
salga del aislamiento correré más riesgo. Aquí
estamos seguros mientras
sigamos siendo negativos”.
Esta conversación ha sido publicada
con plena autorización de la persona afectada quien mantendrá su identidad sin
revelar por razones laborales.
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