I.
Yo salí de La Chorrera
contento y con mucha fe
y a la Cabuya llegué
en la provincia de Herrera.
Allí mi primo me espera
le doy las gracias a Dios
luego salimos los dos
para iniciar la jornada
y junto con la pionada
para una corta de arroz.
II.
Llegué muy de madrugada
Chavale ya estaba allí
de inmediato recibí
Bollo, café y carne asada.
Con rumbo hacia la cañada
muchos alegres gritando
por el camino avanzando
con rumbo hacia El Majarilla
rio que es una maravilla
señal que íbamos llegando.
III.
En Majara el arrozal
me dejaba impresionado
al verlo tan bien sembrado
en ese hermoso lugar.
Empezamos a cortar
los puños se iban llenando
yo vi a varios amarrando
muchas espigas cortadas
convertida en manotadas
que las iban estibando.
IV.
Muy cerca del medio dia
Chavale llegó tu esposa
la madre de cinco rosas
para traer la comia’.
Yasmín con ella venía
y sus nietos hacendosos
muchachos que ya están mozos
para ayudar al abuelo
que trabaja con anhelo
como un hombre laborioso.
V.
Yo solo corté un armú
doce buenas manotadas
las que fueron estivadas
al rancho con prontitú’.
Tú has tenido la virtú’
de ser un hombre genuino
que has marcado tu destino
trabajando con tus manos
en inviernos y veranos
porque eres un campesino.
VI.
Alcibiades Arcias sé
que eres un hombre sencillo
que en tu corazón el brillo
siempre refleja la fe.
Por eso yo pienso que
nuestro dios te está cuidando
allá cuando estas sembrando
en Majara tu futuro
por eso en tiempos tan duros
Chavale está cosechando.
VII.
Cuando la tarde caía
y el trabajo terminaba
mi corazón se alegraba
pues la tarea se cumplía.
Chavale que sonreía
con el sonido del chuiu
la gente del caserío
contentos iban celebrando
y unos a otros brindando
chicha de maíz nacío’.
VIII.
La junta se terminó
el arroz fue recogido
Chavale esta agradecido
por todo aquel que ayudó.
La gente se despidió
con un abrazo de hermano
y más tarde que temprano
a Chorrera regresé
muy contento porque se
que al primo le di una mano.
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