Los Desnudos somos más
Soñé que estaba vestido con saco y corbata, casi de
diseñador, estaba completamente afeitado y con el cabello corto, era un sueño
normal más allá de verme sin barba o acicalado. Lo raro era que me veía
entrando de nuevo al Tribunal Electoral, como hacen muchos ciudadanos, siempre
que llego a este lugar me tomo una foto con la estatua en el medio de la Plaza
de la Democracia, ¿Cuál democracia pensaba yo? Pero para mi sorpresa de repente
la gente que pasaba me señalaba, me miraba extraño y yo me decía para mis
adentros, que cosa, la gente siempre de metida en la vida de los otros. Todo
cambió cuando estrepitosamente llegaron dos policías, los reconocí pues tenía
quepis, pistolas y toletes, venían acompañado de una señora muy alterada que
mientras me señalaba y recriminaba que hicieran algo a los policías, le tapaba
los ojos a su nietecita que no debía tener más de 7 u o años, allí fue cuando
mi despiste tomó un aterrizaje forzoso, descubrí que tanto la señora como los
policías estaban completamente desnudos, si estar vestido se le puede decir al
hecho de llevar sombrero o un collar sobre la piel.
Fotografía de Spencer Tunick en Kingston upon Hull.
Al caer en cuenta lo que estaba pasando mire a mi
alrededor para descubrir que todos en el Tribunal estaban complemente desnudos,
si se puede llamar desnudo a tener algunos accesorios como relojes o carteras.
Para mi asombro, detrás de la señora en cuestión y de los policías, se iban
abalanzando más personas que me recriminaban que estuviera “tan bien vestido”.
La señora espetó: "¡que no te das cuenta de tu acto “inmoral” riñe contra
nuestras costumbres del buen vivir y del orden! Los policías confundidos decían
“esto ya paso hace muchos años”, “es un performance”, dijo el otro. A los poco
minutos tenía tanta gente desnuda a mi alrededor que no sabía yo si estaba en
el Tribunal Electoral o en una foto de Spencer Tunick.
Entre empujones de señores y jóvenes muy alterados
que, si no fuera por los policías me hubieran desnudado allí mismo. Los
policías muy cordialmente me invitaron a salir del área, y yo al saber más que
tío conejo dije: “oigan, si el dilema es que estoy vestido pues no pasa nada,
paso ahora mismo a desnudarme y los acompaño en su locura”. Hubo unos minutos
de silencio entre la multitud allí acuerpada, a lo que la señora reclamó: “¡que
lo haga rápido!”, sin quitar un solo momento la mano de los ojos de su
nietecita. Primero, me quité la corbata, los zapatos, la camisa y el pantalón,
me quedé en calzoncillo y medias para ver la reacción de la gente. A lo que
alguien gritó: “¡te nos unes o qué!”, mientras tanto, otro replico… “sí, acá
estas con nosotros o en contra nosotros”. En ese momento tuve que respirar
profundo y dije bueno “al enfermo lo que pida” y al desnudarme completamente
todos se dieron cuenta que no tenía pene. Este sueño, derivó a un extraño
cabaret donde mi amiga Charlie Chesse Cake salía desde atrás de la estatua,
ubicada en el Tribunal Electoral, en un despampanante bikini que solo le tapaba
las partes más íntimas y con música sonando de algún lado para todos
acompañarla en una coreografía que decía…” los locos somos más, los locos somos
más”… Fue en ese preciso momento cuando me desperté muy contrariado, incrédulo
preguntándome si lo que me había pasado fue un sueño o una pesadilla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario