Para Silvia Álvarez Ramos
Aún recuerdo con claridad la primera vez que te vi. Me encontraba sumido en medio de la melancolía que me producía el hecho estar atado por las barreras de la carne y que el mundo se me escapara por entre los dedos sin darme cuenta. Casi palpando el oscuro sonido de la soledad y oliendo el frío cantar de la desesperación, navegaba sin dirección exacta por los coloridos parajes de la internet, hasta que encalle en la mirada digital de tus ojos. Te oí cantar con la voz de otro, letras hermosas que hablaban del amor como algo que se pudiera sentir. Era como si pudieras tocar mi corazón con manos tibias y me brindaras algo de alivio en medio de un mar lleno de dolor y tristeza. Eras la isla perfecta para perderme del mundo cruel y no volver jamás. Me embriague con el hecho de tenerte tan cerca y tan lejos al mismo tiempo y divagué durante largas horas entre pensamientos confusos. ¿Cuál sería tu nombre? ¿Cómo sería tu voz? ¿A qué olería tu cabello azabache? ¿Cuál sería el color de tu sonrisa? Sin darme cuenta me había enamorado de ti sin conocerte, pero aquel sentimiento nuevo para mí era dulce, y no pude resistirme a él. ¿Dónde estás Diosaheavy? ¿Por qué naciste tan lejos de mí? Te necesito, quiero estar contigo para siempre… Pensé en dejarlo todo e ir en pos de ti… a buscarte. Pero ¿por dónde empezar?
Desde aquel día en que te encontré
no pude sacarte de mi mente ni por un momento, aunque Dios sabe que traté con
todas mis fuerzas, pero después de luchar contra mí mismo durante mucho tiempo
decidí perder y perdí. Perdí todo
aquello cuanto me quedaba. Solo tú
permaneciste a mi lado cantándome al oído.
Y fuimos felices los dos cantando durante muchas noches. Te desee en vano y ni mis más puros deseos,
ni mis más santas oraciones me dieron lo que quería: a ti. Fantaseé con encontrarte por casualidad y
poder decirte todo lo que sentía y que tú me correspondieras con una sonrisa,
pero nunca sucedió y después de que los largos años de mi vida transcurrieran
de tal manera que el único recuerdo que tengo de mi juventud eres tú en la
pantalla de mi monitor, me encuentro viejo y solo. Pero tú, tu todavía eres joven y llena de
alegría. Nunca te encontré. Pero aún me cantas y me haces feliz. Solo la muerte me espera, pero te buscaré en
el más allá. Espérame amor de mi vida,
no tardaré más en llegar a tus brazos...
¡Adiós!
FIN
17 de septiembre de 2007, 11:27 p.m.
NOTA: Diosaheavy
es el seudónimo de una chica española que hace, por hobby, videos de canciones de rock en donde ella simula cantar. Tiene tantos, que despertó mi admiración por
su creatividad y pasión. Esta vignette se
la envié por correo en aquel entonces. He
aquí un de esos videos:
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