martes, 17 de junio de 2014

Un lienzo en la Puerta de Emergencia – “Monchi” Hormi

            El arte que exhibían hace algunos años los buses Diablo Rojo está en extinción.  Ahora los nuevos vehículos de “lujo” (el lujo entre comillas) han reemplazado al viejo y eficiente modelo Bluebird que tan orgullosamente se paseó durante muchas décadas en nuestro país.  Aquellas galerías ambulantes llenas de coloridos dibujos fantásticos que mezclaban el estilo Heavy Metal con caricaturas del Pato Lucas han sido sustituidas por el frío color blanco del Metro Bus.  Este arte, hoy casi olvidado, era obra de pintores del patio que dedicaban muchas horas realizando su trabajo para exponerlo a la vista de todos siendo hasta mal remunerados en ocasiones.

            Hoy La Chorrera se viste de luto por la desaparición de uno de esos artistas: el gran Ramón “Monchi” Enrique Hormi.

“Monchi” Hormi en plena faena.

            Conocí a Monchi gracias a mi padre que lo contrató para que me ayudara a plasmar los diseños de algunos personajes de mi primera novela “La Princesa de Cristal”.  Monchi era un hombre agradable y muy buena gente; se sentó conmigo la tarde entera con un cuaderno de dibujo y lápiz en mano para ir trazando mis ideas hasta convertirlas en los primeros bocetos que posteriormente perfeccionara Lei Sa y que hoy se ven en la portada de mi libro.

            Aquella tarde hablamos mucho sobre dibujo, especialmente sobre el trabajo de Frank Frazetta y Boris Vallejo, de los cuales él era fanático y de los cuales a veces tomaba ideas.  Me contó sobre la historia de la decoración de los buses en Panamá y sobre sus pinturas más famosas: El Franco Nero (que mi padre también recordaba), Ismael Rivera y El Zorro.  También me invitó muy emocionado a la exposición de “puertas de emergencias” que tendría ese mismo año.

Monchi era un hombre que buscaba toda oportunidad para revivir y perpetuar su arte, que declinaba con el paso del tiempo.  Aquella tarde hablamos sobre la posibilidad de que los vehículos del Metro Bus fueran decorados con los diseños coloridos que caracterizaban nuestro transporte pues para él, esto formaba parte no solo de nuestra cultura, sino también de nuestro legado como panameños.  Estuve de acuerdo con Monchi ese día y sigo estándolo hoy.

Monchi en el Bienal del Sur 2013.  Fotografía de Busólogos Panameños.

            Al menos hoy le deja una herencia de colores a nuestro distrito y aún en su casa reposan muchos cuadros esperando ser colgados y apreciados por todos.  Lastimosamente la muerte ha sorprendido a nuestro amigo demasiado pronto, pero sus pinturas vivirán en los buses de La Chorrera que aún transitan diariamente con su nombre en la “puerta de emergencia”.

Algunas pinturas de Monchi:

El Zorro

Ismael Rivera

Roberto Durán

Irving Saladino

Todas las fotografías han sido tomadas respetuosamente de los siguientes enlaces.

Enlaces de interés:

Panamanian bus artists persist despite diablos rojos' decline - http://www.thepanamanews.com/pn/v_15/issue_13/culture_07.html


Arte de la pintura requiere de un estilo propio -  http://portal.critica.com.pa/archivo/01302005/lav07.html


jueves, 12 de junio de 2014

Ajedrez en las escuelas: Una herramienta para pensar - Revista Chicha Fuerte

            La idea de incluir al ajedrez como una materia escolar no es nueva.  Históricamente muchos países de primer mundo tienen al “juego ciencia” en sus planes de estudios como una herramienta para desarrollar el pensamiento de los más jóvenes.  En Rusia por ejemplo, el ajedrez es uno de los deportes más importantes y no es sorpresa que 9 de los 16 campeones mundiales tengan un origen soviético.  Cuba, España, Argentina, Estados Unidos, Inglaterra y Alemania son solo algunos de los países que lo utilizan.  No en vano la UNESCO recomendó en 1995 a todos sus países miembros la incorporación del ajedrez como materia educativa en todos los niveles de enseñanza.

Los beneficios de aprender y practicar el ajedrez son indiscutibles y están bien documentados por diferentes estudios realizados en todo el mundo.  El ajedrez nos enseña a resolver problemas, ejercita nuestra memoria, nos ayuda a tomar mejores decisiones, eleva el coeficiente intelectual, previene el Alzheimer, combate la esquizofrenia, sube la autoestima, aumenta la capacidad de cálculo, desarrolla nuestra creatividad, entre otras cosas.  Sin embargo, lo más importante de todo es que la promoción del ajedrez tiene un costo sumamente bajo en comparación con otras actividades; solo se necesitan un tablero de 64 escaques y 32 piezas para practicarlo.

En Panamá nuestros estudiantes están faltos de actividades que los ayuden a mejorar su manera de pensar.  Necesitamos que aprendan a tomar sus propias decisiones mediante el análisis.  La Federación de Ajedrez no ha tenido éxito aun en que el Ministerio de Educación considere la inclusión del ajedrez en el plan de estudio y es posible que esto se deba en parte a la poca popularidad que tiene el juego en nuestro país.  Pero no es tarde...

La idea de que el ajedrez entre en las escuelas es posible y se puede realizar por ejemplo, con un plan piloto en algunos colegios públicos.  Incluirlo como materia opcional en el plan estudiantil y observar los resultados.  La Federación de Ajedrez de Panamá cuenta con profesores y entrenadores preparados para llevar a cabo el proyecto por lo que el elemento humano ya lo tenemos.  El presupuesto que se necesita es “mínimo”.  El ajedrez ha dado resultados positivos en todos los países en donde se ha utilizado y no hay razón para pensar que nosotros seremos la excepción.
           
            Panamá necesita jóvenes pensantes, gente pensante, más aún en esta época que está viviendo nuestro país.  El ajedrez es una herramienta que nos ayudaría a ir en esa dirección y que está a disposición de todos, solo tenemos que decidirnos a usarla.


Por: J.C. Osorio Barahona
Clase “A” Nacional de Ajedrez

Este artículo está incluido en la página de Facebook de la revista web Chicha Fuerte.

Enlaces de interés: