lunes, 23 de marzo de 2020

De lo que no se habla // COVID-19 // Parte 5 // 22 de marzo de 2020

            Uno tiende a pensar que lo que sucede en otros lugares no pasará en nuestro país; después vemos, con asombro, como este evento que antes era tan lejano y tan ajeno, se replica sin parar en todos lados, incluyendo en nuestro propio patio.  Pasan los días y la gente sigue desobedeciendo las advertencias del Ministerio de Salud, siguen saliendo innecesariamente, siguen haciendo lo que les venga en gana porque al final, lo que le pasa a las otras personas no nos pasará a nosotros.

            A las 6:00 p.m. todos sintonizamos la rueda de prensa: van 8 casos, van 27, van 36, 69, 86, 137, 200, 313… la cuenta va a seguir subiendo.  Después ponemos los hashtags en nuestros estados de Whatsapp: #Quédateencasa #Protégete, etc.  Es un círculo que se repite a diario.

De lo que no se habla en la rueda de prensa es qué sucederá cuando entre la cuarentena total en nuestro país; cuando los independientes, los pobres y los desamparados se queden finalmente sin recursos.  Lo que no se dice es que pasará una vez empiecen a escasear las medicinas, tema por el que personalmente me preocupo.


            Recuerdo claramente el saqueo de 1989; sentado en las piernas de mi abuelo en el portal de su casa, en la mecedora vieja, viendo pasar frente a nosotros, centenares de personas; amigos, vecinos, desconocidos, todos llevando a cuesta lo que podían cargar.  Me parecía una rebatiña de piñata.  Pacas de jabones, sacos de arroz, aceite, etc.  Aquellos con más recursos llevaban en sus automóviles refrigeradoras y lavadoras.  Solos las bibliotecas quedaron intactas.

            Lo que no recuerdo bien es si después hubo desabastecimiento en nuestro país de víveres y medicinas.  Yo era un niño de apenas cinco años y el plato de comida para mí era un hecho.  Ahora tengo treinta y cinco y el plato de comida tengo que ponerlo yo, cada vez con menos recursos.

            A pesar de que nadie habla del tema, me parece que las empresas se preparan para los saqueos.  Me llegan fotografías de las cadenas más importantes de supermercados fortificando sus ventanales con madera como si fuera a venir un diluvio.

            Ayer me llegó en un grupo de Whatsapp, un video de un saqueo en Bogotá.  A nadie le preocupó, porque al fin y al cabo, lo que sucede en otros lugares no sucederá en nuestro país.  Irónico, por supuesto.

            Mi esposa me compró 41 pastillas del corazón.  Ya solo tengo 39…

2 comentarios:

  1. Yo también pienso que van a haber saqueos; es casi un hecho. Me duele ver a mi patria así.
    Animo señor Osorio, todo va a estar bien.

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  2. Es verdad, nadie habla de eso! Excelente tu artículo amigo.

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